Para saber si tu niño tiene anemia, los médicos le realizarán un análisis de sangre, para determinar el nivel de hemoglobina, hematocrito y demás componentes.
Si el resultado del análisis es deficiente, tu pediatra determinará una dieta rica en hierro y en vitamina B12. Estas podrás encontrarlas en las carnes rojas y vísceras, así como en vegetales verdes crudos (ricos en ácido fólico). Puedes suministrarle vía oral o mediante suplemento vitamínico.
De acuerdo a los resultados que se obtengan durante los exámenes de control, se determinará el tiempo del tratamiento. Generalmente suele durar tres meses.
Si el examen da por resultado anemia severa, y que se muestre agravada por una neumonía, asma, insuficiencia respiratoria, u otro cuadro de riesgo, el médico optaría por una transfusión sanguínea.