En el caso de los niños es difícil identificar la enfermedad, por lo necesitarás prestar más atención a sus necesidades.
Cuando un bebé empieza a deshidratarse demuestra su sed con avidez, tanto que si le ofreces cualquier líquido empieza a llorar.
Si esta no se detecta a tiempo, tu niño puede presentar fiebre, tener fontanela y mostrar los ojos hundidos, la boca y lengua secas y ásperas.
En cuando a su comportamiento, un bebé deshidratado puede estar aletargado o por el contrario, estar muy excitable