Si notas que tu bebé tiene un ojo, o ambos, enrojecido esté podría tener la conjuntivitis.
Observa con detenimiento la parte blanca de los ojos de tu niño, si hay dos – o más- venitas rojas que lo cubren la conjuntiva estará inflamada. Para cersiorarte mejor, voltea el párpado inferior del ojo enfermito. Si lo notas que están más rojo de lo habitual, tus sospechas son ciertas.
La conjuntivitis en el bebé generalmente se debe a que este frota sus ojos por alguna picazón o por la molestia de la luz. A medida que avance la irritabilidad o inflamación de su ojito, este producirá mayor cantidad de lágrimas, llegando a despertaren las mañanas con grandes legañas.